Publicidad

 

LOS REFERENTES DEL CINE LOW COST

 



LOS REFERENTES DEL CINE LOW COST SE CITAN EN BARCELONA

 

Cine de guerrilla, sumergido, al margen, cine oculto… muchas son las acepciones que se han intentado buscar para definir esta nueva tendencia en el cine de una España en crisis. Pero si hay alguien que dio en la diana, fueron los creadores del evento Cine Low Cost celebrado el año pasado en Barcelona,  acuñando así este término ahora generalizado.

 

Cine Low Cost vuelve en una segunda edición a celebrar entre los días 14 y 15 de junio en la sala de Arts Santa Mónica de Barcelona para seguir ahondado en este fenómeno mediante ponencias, mesas redondas y, cómo no, proyecciones. Por que muchas cosas han pasado en sólo un año en torno al cine low cost: la producciones de este tipo se han multiplicado de manera exponencial, algunas llegando a competir directamente en el mercado tradicional, a la vez que han nacido nuevas plataformas de distribución on line que combinan visionados de pago y gratuitos, tales como Márgenes, PLAT o #littlesecretfilms.

 

 

En los días previos a la celebración de esta segunda edición de Cine Low Cost, hablamos con sus comisarios Miqui Otero y Desirée de Fez sobre todos estos fenómenos que nos sitúan en una verdadera edad de oro para la democratización del cine.

 

“Para nosotros”, dicen, “el cambio más grande y más importante es que empezamos a aceptar que no hay una única manera de hacer, distribuir y ver cine; que la democratización tecnológica ha abierto nuevos caminos para hacer películas y enseñárselas al espectador. Es nuevo, es excitante y ninguna persona que se dedique al cine debería pasarlo por alto”.

 

 

Tanto la industria como el público se han rendido a los pies de los milicianos del cine de guerrilla y, desde luego pocos son los se atreven a no prestarle atención. Cineastas de renombre como David Trueba, el director del festival de Sitges Ángel Sala o el respetado crítico de cine Jordi Costa son algunos de los ponentes de esta edición, que comparten mesa redonda con valores del cine low cost como Carlos Vermut, cuyo alabado film ‘Diamond Flash’ (y que se pudo ver en la primera edición) se ha convertido en la punta de lanza de este nuevo cine.

 

Y es que esta democratización del cine, no sólo ha permitido que muchos talentosos cineastas desconocidos hayan podido posicionarse y sacar adelante sus proyectos, sino que también otros muchos realizadores clásicos han optado por este tipo de producciones que les permiten una mayor libertad creativa, al tiempo que profesionales o amateurs ligados de manera indirecta o directamente desligados de la industria de hacer películas se han lanzado a rodar.

 

 

Todos conviven en este nuevo mercado de manera armónica. Y el fenómeno ha sido acogido con tal entusiasmo que resulta sorprendente que nadie haya hablado de intrusismo acostumbrados al proteccionismo del cine español. Otero y De Fez, sin embargo, no creen que se deba hablar en estos términos: “es obvio que la democratización tecnológica ha animado a mucha gente sin experiencia o de otras disciplinas a hacer películas, pero eso no es malo. Al contrario. Está bien que se genere material, y ahí es donde entramos nosotros (gente que hace cine, gente que escribe sobre cine, gente que programa cine) para separar el grano de la paja, para localizar las películas realmente interesantes y darles un empujón para que lleguen al espectador y colocar a sus autores en el punto de mira”.

 

Con este fin, la segunda edición de Cine Low Cost ha preferido dar un mayor protagonismo a las proyecciones preparadas. Al fin y al cabo, serán las películas las que vayan arrojando luz a todas las incógnitas de este mercado verdaderamente independiente.

 

 

LAS PROPUESTAS DE CINE LOW COST

 

A sabiendas de que ‘Diamond Flash’ (Carlos Vermut) se convirtió en un verdadero referente del cine low cost gracias a su inusual hipnotismo, los responsables de esta nueva edición han cuidado mucho las películas que abanderarán esta expresión durante los próximos meses. Se echan en falta muchos, es obvio, pero los convocados a la cita “están llamados a hacer muchísimo ruido en muy poquito tiempo porque están haciendo un cine increíble, alejado de clichés y lleno de ideas originales y arriesgadas”.

 

Véase la metapelícula de Pablo Hernando ‘Cabás’, con referencias directas a la de Vermut o a ‘Dispongo de barcos’, también aplaudida en la pasada edición de la mano de Juan Cavestany. Véase el cuasimediometraje ‘Paradise’ del director Marçal Forés, que este año recabó todas las miradas con su arriesgada ‘Animals’. Véase la coral ‘Como todas las mañanas’ de Toni Nievas. Y véase ‘Los ilusos’ de Jonás Trueba, su segundo largo tras su debut en la popular ‘Todas las canciones hablan de mí’.

 

 

Pero además de estos pequeños grandes títulos, se merecen una especial atención las proyecciones de ‘La tumba de Bruce Lee’ (de Canódromo Abandonado) y la película generada por el proyecto Your Lost Memories bajo el mismo título. La primera, dicen De Fez y Otero, porque es “una demostración brutal de que el talento, el ingenio y las ganas están por encima de todo cuyos directores están muy en sintonía con las jornadas”. Y la segunda, porque el experimento resultante de recabar material doméstico y películas de Super8 grabado en los hogares de los españoles durante años “tiene algo de romántico” ya que, de alguna manera, “muchos de los directores que han rodado películas low cost estos últimos años lo han hecho con la espontaneidad, la sinceridad y la intimidad de esas películas domésticas”.

 

 

PASADO Y FUTURO DE BAJO COSTE

 

Ante la rica cantera de películas low cost que día tras enriquece el panorama cinematográfico en festivales, Internet e incluso en las salas con pases especiales, el futuro de esta nueva manera de producir y, sobre todo, distribuir se antoja más que alentador.

 

Las posibilidades de difusión, publicidad e incluso financiación que ofrece la Red favorece indiscutiblemente su auge, así que no “se puede excluir de la ecuación, y lo mejor es intentar usarlo en beneficio de la obras y de nuevas voces y de veteranas también”.

 

 

Porque el cine de bajo presupuesto, no nos engañemos, no es nuevo. La propia ‘Your Lost Memories’ viene a recordárnoslo. La aparición del video doméstico y los proyectores caseros dieron a luz a toda una generación de cineastas que, durante la década de los noventa, grabaron un ingente material de garaje (el propio Jess Franco rodó así en sus últimos años), sin las posibilidades de difusión que ahora ofrece Internet. En este momento determinado, dicen Miqui Otero y Desirée de Fez, se acuña la etiqueta low cost pero “no niega que exista toda una tradición previa de cine al margen, con una fuerte independencia o vocación autoral, autogestionada y libre. Las Redes Sociales y la democratización de un tipo de producción modesta han asegurado ciertos nichos de público, al tiempo que ha transformado las relaciones entre los diversos sectores de la industria (público, autores, críticos, productores, incluso plataformas de exhibición), pero no se posiciona en contra del cine más tradicional o con más recursos, ni su éxito artístico niega otros modelos. Algunas de las películas han logrado un reconocimiento por su calidad, al tiempo que algunas formas de funcionar perdían un poco el estigma que podían tener antes”.

 

 

Cabe preguntarse entonces qué pasará con este modelo de cine que coge carrerilla en un momento en que la industria tradicional está visiblemente tocada por la crisis cuando ésta se recupere. Ante esta hipótesis, los comisarios de Cine Low Cost constatan que “no pretenden ser visionarios o gestionar el futuro, sino constatar una realidad rica” y añaden que “seguramente mutará, cambiará, evolucionará en todos los sentidos, así que no creemos que se pueda hablar de moda, porque es una etiqueta tan amplia que incluye sus posibles cambios. No sabemos si la industria clásica reflotará, o cómo lo hará, si lo hará pero será irreconocible o si volverá a un paso antes”. En cualquier caso, “lo ideal sería poder escoger un modelo de producción u otro según el proyecto; a veces eso es así, y otras muchas es por necesidad, lo que no le quita necesariamente valor”.

En cualquier caso, y como siempre, la última palabra la tendrá el público. Contra todo pronóstico, ha abrazo este tipo de cine accesible y barato (quizá acorde con los tiempos que le toca vivir). No obstante, este cine “siempre ha tenido sus círculos de seguidores… quizás ahora sea más accesible para muchos”, además va más allá de lo que hasta ahora se consideraba como cine de autor aletargado, es “arriesgado y suele tener también un punto de humor y de aire no hermético que lo hace asequible. La cuestión es que lo pueda disfrutar cada vez más gente”.

 


 

Desde luego, el público y el cine de autor nunca habían estado tan cerca de darse la mano de manera tan entrañable, nunca este se había lanzado a ver películas más allá de la cinefagia impuesta por la industria, ni esta había abierto sus puertas de manera tan hospitalaria. Hacía tiempo que la palabra “democracia” no adquiría un valor absoluto de convivencia y enriquecimiento cultural. Hacía tiempo que no se veía un amor tan sincero por la magia del cine como el que el que desprenden las películas “baratas”. Para contestar a esta reflexión, los responsables de Cine Low Cost se remiten una vez más a Carlos Vermut y le parafrasean así: “reviso la historia del cine y no puedo dejar de pensar que la única estrategia posible, si es que hay alguna, es hacer películas desde el corazón”.

 

UC (Manu Cabrera).

 

 

PROGRAMACIÓN CINE LOW COST // 14 y 15 de Junio de 2013 // Centro de Artes Santa Mónica